miedo

a tener cáncer o sida o que le pase algo a mis hermanas y a mi madre o abuela. Hay vientos de nuevos cambios. Se sabe lo que es la soledad, estos días se conoce la soledad y no hay demasiado debate al respecto de ningún tema. Dinero, corrupción, aburrimiento, recuerdos= un cúmulo de aire. Camino entre las calles de Betania entre calles y rejas que se cierran temprano. La forma de llegar al otro como un estrecho camino de situaciones. Dejamos rastros. Sin interés alguno. Una forma de movimiento entre las otras sombras. Una marejada en el océano. Volondrón. Y hay tanto por leer y aprender todavía, y tanto desorden.

Ayer hablaba con una amiga, tú no la conoces. Estábamos saltando de un tema a otro cuando llegamos a ese vivir en lo incierto. No saber qué harás mañana, sin trabajo seguro y tener algo que te respalde. Es lo que más apremia a mis vecinos y vecinas su estabilidad económica. Que luego termina encauzando su vida. Hacemos negocios y ponemos una buena sonrisa. Hablamos en diminutivo. No sé qué es el ser peruano. Ni limeño. Ni humano. Pero algo me dicen los colores de las personas y las cosas, de lo que somos, una especie de gran himno de confusión.

El caos es perpetúo en Lima. Yo entendí los versos de Watanabe ("ama rápido -me dijo el sol") pero ahora no puedo ni si quiera andar tranquilo, necesito otros aires. Aires como los de los poemas donde uno se ofrezca como una red de luz, algo simultaneo, sin ese yo; ¿Pero qué somos de fondo, al fondo y en el núcleo de ese yo que se corroe o brilla y sucede bajo el flujo de diferentes tonalidades?

Ayer hablando del amor y de las estrellas pensé en ti
En el caos en el que vivimos amablemente, juntos,
aprisionando esas estrellas que fuimos dejo abierta la ventana
de casa, por si algún día te asomas nuevamente.

Quién sabe y nos llevemos bien, conociéndonos de nuevo.
Nunca creo te conocí. En verdad detesto el que fui,
esas banalidades que hacia en mi pequeño planeta roto.

Puedo escribir lo que me salga de la testa
pero no puedo estar contigo. Mi dolor de no tenerte
no hace un buen verso, ni si quiera
alude a la habitación en la que me construyo.

Estos son los versos de los primeros días de Marzo,
en el transcurso de la vida,
tómalos o déjalos. Distraídos como yo se van ahora.