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Mostrando entradas de 2017

un punto de vista

EN ESTE INSTANTE NO LOGRO ENCERRARME EN UN BLOQUE SÓLIDO DE MI MISMO.  SIENTO QUE me disuelvo. Intento buscar una imagen del pasado que me devuelva mi yo, pero lo siento perdido. Se habla de huir del yo, pero al final, el manglar psíquico necesita aterrizar en algo -concuerdo con eso que dice Teillier sobre alimentar y no destruir el yo-: aterrizar en en algo => disolver la selva mental y observar el mundo. El delirio es cantarlo. Mi yo está herido de exceso de sí mismo. Y sin embargo, solo ahí halla su paz absoluta.  No soy el que represento. Soy ese silencio. Solo ese silencio. Pensante, energía, cálida. Y como voy planeando sobre todo: es movimiento. Respiración.  Energía caliente. Energía convulsa. Puedo escribir como todos, a la larga, es cuestión de entender un poco dos asuntos: A) la forma en que proyecta el sentido de lo que dice (su visión de las cosas) B) el modo en que usan su técnica. Como se trata de palabra: muta uno al leer: aprender el modelo: entiende y asum

Crónica del Homenaje a Oswaldo Reynoso

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Homenaje a Reynoso -cuando un autor muere en el Perú- Porque una lengua hablará por tu lengua. Y otra mano guiará a tu mano si te quedas en mi país. Enrique Verástegui, autor Cuando pienso en la literatura de mi país recuerdo aquellas páginas embrujadas de La Ciudad y los Perros, y la silla roja, repleta de polvo y con un telaje ralo, en la casa de mis abuelos donde me senté cierta tarde después de las horas del colegio; y llega entonces, como un vientecito que sacude la maraña de formas y sensaciones que era yo entonces y aparece luz de aquel cuarto donde lanzando un dado se sometía el destino de un grupo de muchachos. Estaba mutando, magia fantástica de las letras que nos permiten ver y re ver el mundo desde sus signos y latidos. E ir, en ese viaje, a lo esencial, que es lo divino y humano. Es una sensación física. Pues la literatura es vida. Y aquella edición preciosa de Alfaguara. La sala oscura, y la luz clara de los inviernos en Lima. Luego ya entendería -por

algunas imágenes de estos últimos meses

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(acá figureteando sobre la publicación de mi libro en la Editorial La Chimba de Arequipa. Metí el floro de que me lo iba a prologar Mario Vargas Llosa y colofonear Roberto Bolaños con "s" de sapo) (Noche aburrida buscando un perfil para el facebook que sea idóneo a lo que siento) (De un diario de Pligia) (Del blog de mi papá que hace cuentos. Foto de hace un huevo de meses) (Esta cosita es mi hermana) (El presente es eterno) (Comiendo un rico almuerzo) (un dibujo sobre el "elán vitale" de la poiesis) (siempre que sufro recordando pongo tu voz en mi cerebro) (haciendo mi libro RESPIRAR) (del increíble evento POÉTICO RÍO HABLADOR)

Poético Río Hablador

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Hola què hace? Pues, bien, estas son las fotos en primicia del evento de hoy Poètico Rìo Hablador. Contamos con varios amigos nuevos que sumaron la sinceridad y limpieza de sus versos. Aquì el recuento. Lleguè temprano y no habìa nadie. Me quedè mirando el pasto, pasaban las mototaxis, niños y niñas en bicicleta. ¿Què hace un hombre de mi edad en un barrio esperando a los amigos y amigas un sàbad o por la noche tarde? Pues, eso, celebrar la poesìa, escuchar el rìo humano en todos sus matices. Nadie se conoce, sin embargo, en el verso se muestra esa esencia que somos, entonces, la puerta de la posibilidad, del entendimiento y el respeto.   Ya me empezaba a desanimar a irme a hacer otras cosas cuando llegaron los amigos.   Aquì, un amigo del grupo Los Malditos Puèticos, directamente de Pucallpa, en una revista de papel bond a 4 de 69 pàginas y engranpadas, cuyo epìgrafe anuncia "la locura es la forma màs cuerda de ser feliz". Acaban de sacar un ejemplar de su nùmero y lo

conectar

Conectamos con ciertas personas. Nos emociona su locura, su belleza, su sinceridad, su luz. Nos sujetamos a ello porque nos permite respirar, volver a ser quiénes somos, o en todo caso, volver a encontrarnos. La soledad es un espacio de silencio y unidad. Hay personas que rompen ese abismo. Lo cruzan con nosotros. Nos descubren nuestra fragilidad, nuestra apariencia, nos devuelve el viejo rostro que ocultamos para pasar por el abismo. Los rostros, sobre ellos las hojas rotas del silencio. Sobre los cuerpos, la ropa de la vergüenza. Con cierta gente, que aunque no la conozcamos, nos abre directamente lo que somos. El amor es como una esencia que yace en nosotros pero algunos abre, no sè sabe cómo, y bajo esa estela entendemos nuevamente el mundo. Yo escribo porque quiero conectar. Somos infinitos, nunca hay que olvidarlo.

Luis Cernuda

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Luis Cernuda hablaba de la realidad y el deseo, del encuentro entre los deseos y la azarosa realidad, que no tiene medida ni orden, solo sucede no bien abrimos los ojos ya estamos ahí, en ella, en el "ello", y ese encuentro, es la roca dura contra la que se arroja el aire de lo que uno observa.Tal vez. Luis Cernuda es un libro grueso de tapa dura azul con la foto de un rostro de joven con bigotitos pequeños. Es también la voz de alguien perturbado en la orilla propia de su fantasía y su deseo. Reviso mis viejos cuadernos de apuntes líricos y encuentro esto: "Martín Adán no existía: solo el sueño de creer su propio punto de vista, que es el sueño con el que se desarrolla a fondo la identidad y dónde yace también la paranoia. Ayer me encontré con un muchacho, Luis Cernuda. Te lo cuento porque creo que la voz de tus poemas te hacen mi amigo, un amigo cercano, es una voz que me recuerda a la mía propia y en la que leyéndote me leí demasiado y aprendí. Creo que tenemos

PLAN B

Tarde con el viejo. Comemos en Bembos. Quiero guardar la oscuridad de su rostro, ese velo de sombra tenue que le daba la ventana. Veía las marcas. Pronto mi frente tendrá rayas, marcas, caminos de piel. Veo al viejo. Me explica que uno deja de ser muchacho cuando muere su padre. Pensamos en el abuelo. Yace enterrado en el Norte. El norte está demasiado lejos y papá me cuenta que lo piensa a diario. El Norte está lejos, pero el abuelo flota en él. Me gustan las papitas del Bembos. Es la primera vez que como en un Bembos. Generalmente cuando tengo dinero me compro libros, o como algo, es decir, lo despilfarro. Soy un desordenado. Sin mi pasión me sentiría en la ruina. Soy un desordenado. Me gustan las papitas. Delgadas y bien fritas. Como despacio, respirando hondo, porque generalmente cuando como algo lo hago tan rápido que me ahogo. Entonces respiro, siento la lechuga. Está fea la lechuga. Prefiero la carne. O el tozino encolchado en el queso. Lo como lento. Mi papá baja y t

poema de Matías Aznar

La única capacidad que anhelo de corazón es la de poder borrar y borrar las cosas que veo , disiparme, llegar a una zona de blancura, una zona neutra. No tener pensamiento= felicidad. No tener actitudes= felicidad. No tener registros. Mis gustos se reducen-mas o menos a estas alturas del siglo- y así dando vaivenes entre buses y objetos cemento y mugre a la poesía, y sus variantes, es que la poesía es una gran casa, esto es una confesión, que se habita o se aleja de uno= hasta que termina siendo tu casa= tu yo y a la cerveza es también otro punto interesante, y sus variantes, a caminar y conversar, y sus variantes. Pero mi curiosidad es excesiva,  aunque no siempre está demasiado despierta a todos los temas se abre y vuela siempre, rastrea y rastrea busca modos de llenar su eterno vacío, su hambre. Por ejemplo, me interesa la cuestión política del país, pero hablar de ello me aburre profundamente, me da náusea y sueño tener una certeza: existes esos hombres de sacos y amig

carta de Matías Aznar a Julio Barco

Muy buenos días señor Barco, quiero dirigirme a usted por este medio para darle una respuesta a las diferentes escrituras que viene usted vertiendo dentro de su blog. Primero, creo que usted mantiene despierta una imaginación desbordante, que le hace mirar la poesía en todo. En mi cas o , señor, yo profesor de Lengua y Literatura, debo también filtrar en el caldo de cultivo algo de deportes, amigas y cierta diversión de fin de semana. Eso exige la rutina limensis, en el marco de este siglo. Veo su preocupación por respirar y escribir poesía, cuando en realidad es un trabajo inmerso en la soledad. Por su verborsidad intuyo que usted lee cuando camina cierta trama invisible que cree reconocer y que se mueve por debajo de la realidad que observa. Sus trabajos me hacen pensar en las vicisitudes de arte en una época dónde ya no se genera ningún tipo de espera, ni esperanza. Por qué habría usted esperarla. Por su prosa poétizada veo sus lecturas -Gonzalo Rojas, algo de la tradición perua

hipostasis

Hay como dos rutas en la poesía latinoamerica actual : una va por el lado de la búsqueda de una "realidad", ¿Un ello? O una ética frente a este mundo desaforado, a un discurso abierto y autoconciente, pero enrevesado (O sea, en verdad no sé por qué a un peruano, nacido en La Victoria, a estas alturas de la noche se le da por plantearse esos asuntos, esto en verdad me extraña) Pero veamos, parece que hay una resistencia (si revisan ciertas entrevistas verán que hay una forma de entender la poesía que va quedando de lado: en las entrevistas a Miguel Ildefonso, a Gonzalo Rojas, a poetas como Oscar Málaga, hay una suerte de respiración ajena a estos fluidos juveniles.  Es curioso como en esa onda de cosas el poemario El hombre elegante y otros poemas encaje tan bien dentro de las dos visiones, dentro de la que se cree vital como un núcleo o un suceso. No puedo evitar confesar que cuando leo un poema espero ese absoluto, ese nuevo todo que me reafirme las cosas, pienso que algu

jarchas

Què se dice detrás de los poemas siempre me he preguntado pero a nadie le digo porque no vayan a pensar que me la paso pensando cosas ingenuas que no se leerme a mi mismo como tranquilo estas noches el verano fecunda el cuerpo delicado de los paisajes este cuaderno verde terminará entre tus manos después de una serie de cosas que pienso creo estar tranquilo algo cansado pero nunca tan jodido como cuando salgo de uno y otro apuro, me viene bien este andar nuevamente este pedaleo diario este aire que le hurte a las constelaciones porque de pronto qué hacer sino ser diario, porque yo me aparto de mi yo y regreso, lo encuentro abierto, nunca encuentro la forma de cerrar las ganas que tengo de ser todo, de ser esa película esa canción esa escalera esas manos ese deseo de ser el polvo que los perros esparcen aunque a veces todo se nuble como ahora que me acuerdo de que ya es tarde y se agota la batería de la laptop. Esos poemitas de Fabían Casas son interesantes.

deseorealidad

Puedo decir lo que me da la gana en mi poesía Cantar Bailar Atolondrarme Vivir Lo que sea como por ejemplo preguntar a estas alturas del siglo, a estas alturas del universo en qué andamos  ¿qué es lo que más importa en la vida? ¿este peregrino quehacer diario de revisarme las imágenes mentales? Que se pasea, qué es, dime, si lo sabes envíame un mensaje, qué es lo que más importa en la vida. ¿Ver culos o leer la Biblia? ¿Drogarse o tener un negocio propio? ¿Establecerse con una sola muchacha o saltar peregrinamente en todas? Hablas de tu soledad y no la conoces, porque le tienes miedo. Pero tampoco importa. Porque ahora oyes el tictaqueo de tu cuerpo, el único que responde, voces en la calle. Te sorprenderá saber quién escribe esto. No hago doblar papeles, silabear honesto y libre. Vamos a ver qué pasa.  El universo puede estar vacío pero no tu canción hecha de cosas que sientes pero de nada más. No interesa este ir y venir del carajo.

El libro libre

Usted es libre de hacer o decir cualquier cosa dentro de este libro. Aquí no hay cosa que sea vista desde el punto moral: este libro acepta el vacío de sentido y que, digámoslo seriamente, se acepte que una boca sea roja. Este libro se pinta la cara. Usa maquillaje. Puede tener un rostro y otro. No está decidido a renunciar a entrar a la almohada, ser un zapato, se las escaleras oscuras, ser un balcón de madera. En este libro no hay programas que se hayan construido solo una gran hoja blanca donde usted puede poner lo que sea. Lo que usted diga se hará realidad. Este libro es puro fulgor: es una máquina de hacer feliz. Este libro tiene una programación neurolingüística que lo hará feliz o triste según usted desee. Como lo desee. En el grado que desee. Este libro es consigo mismo. Es la calle donde camino. Es el almuerzo, la cena. Esta ortografía, desde las épocas en que nació la pena y las monedas con que pago una cerveza en lata. Y nada se nombra. Este libro nombra todo nue