cosas que suceden


Reviso mis poemas antiguos y me siento una mierda.
En todos pegué algo de la gloria y la muerte,
algo de mi chusco corazón, algo de los dedos y los días,
las historias de un entenado en su propio país de cucarachas.

No me siento un lenguaje. Siento que todos se rompen
y abren. Me siento una forma, una sensación, solo
un pulso pero ya diciendo esto dejo de sentir lo que
creía que era y así sucesivamente va remando
este sabor de sentirse simplemente un desordenado, impaciente,
un ser humano encerrando
en carpetas amarillas.

Todos esos poemas fueron escritos en word,
entre los 15 y 25 años. Contienen amores, arena,
playas, cuerpos y canciones. Contienen como pasajes.
Como momentos. Son como una sola gran lágrima
que separa esas fechas, olvidables en todo caso,
Solamente arena entre arena. Un poco del dolor
y del ceviche.

Quisiera encontrar una casa hoy.
Una casa deshabitada.
Entrar en ella.

Sentarme solo en frente a una ventana de luz muy blanca.
Dejar de escribir esos poemas
y pensar seriamente en lo que ando haciendo con mi vida.

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