ruido rojiazul


Sí, quiero decir un par de cosas y luego morirme
Que todo suceda si cierro los ojos
Abierto está todo el lenguaje
y nos exige pensar teorizarlo
Más claramente
Más abiertamente 
Más pulcramente 
Eso haremos, como nos gusta tanto mascar conocimiento 
y hacer burbujas que nos quemen el rostro
Damos risa
No buscamos el éxito
Ni malgastamos el agua mundial lavando nuestros autos los fines de semana 
El éxito es poder ansiosamente 
caminar 
y meternos palitos a la oreja
Masticaré ansiosamente mi lenguaje
Sin embargo, fue un día feliz
Moví la cola como un perrito
Gruñí debajo de las sábanas
Desayuné mi pan con palta 
Preparé el almuerzo en casa
Me detengo a oler los guisos
Me gusto verme en el espejo
-algo que no sucede hace muchos años-
No conté las palomas que se detienen
en los cables de luz
Ni me interesó lo que sucede en las cadenas
De noticias 
Pero mire nerviosamente 
el fluir de los autos 
El olor es denso y no tiene límites
El miedo que tengo es de rabia,
de certeza y de cerveza
El miedo que tengo es de ropero,
de niña enferma, de ser padre 
Esta urgencia por abrir  todas las casas
y preguntar –para empezar conversar –la hora
o el día de su cumpleaños
¿es locura
o lucidez?

Y esta urgencia, ¡ja!
¿Existe después de mi lenguaje? 
¿Dónde terminó
yo y donde empieza mi lenguaje?

Cambiando de tema 
No se supone que la soledad nos ayudaría a conocernos
más
Y todo ese rollo del nosce te ipsum
impreso en papel cuché
en mis manos
el lenguaje del cosmos 
el universo cuántico 
pero que pasa si te sumerges tanto en ti
que ya no deseas sino tu retazo de rabia
Y te acomodas plenamente
a tu punto de vista
y tu punto de vista es finalmente todo lo que existe
entonces existe lo que ves, lo demás
se cuantifica
la muerte es un viejo oficio 
la duda no necesariamente
hace fornicio en mi papel
y yo no soy ningún santo
Tanto se jugó a cambiar la realidad
que terminaste dentro de sus propios circuitos
Locamente entiendes
que la realidad es lo que tu eliges 
Entiendo la poética
pero hablo de los perros de mi barrio,
flacuchentos como los cigarros
el frío como calambres debajo de sus ojos 
sus ojos como inmensas caravanas de circos
donde las chicas delgadas
caminan en cuerdas tétricas 
Camino y observo
Me detengo si las motos pasan
No sé como ahuyentar de mi manos
las ganas que tengo de tumbarme con una muchacha sencilla
y después… que importa después
Florecer tal vez o comprar cigarros 
Igual, 
la ruta se abre todos los días
Nuevos discos, personas, amigos,
calles, libros, música, sí!, harta música
(y en el reverso, enfermedad,
tedio, angustia, ansiedad)
Naturalmente arrojo
mis palabras desde mi ventana 
 ¿para qué suicidarse 
                                       ahora?
2015
No quiero terminar este poema
Y automáticamente hundirme en lo que se supone que soy
Pero este es mi oficio
Ajusto el culo
y me largo

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