Juanra, está noche,mirando tu casa donde ahora venden chicharrón por las mañanas y de noche nadie pasa
Nosotros no leemos la poesía
de Juan Ramírez Ruiz y en general la poesía como un tratado científico a
escudriñar, que quede claro y concreto creemos en el discurso de Ramírez como
en una bitácora de vida, creemos que su discurso se naturaliza en el día a día
y forma en el poema, creemos que Ramírez abraza los ojos de la realidad y a
diferencia de sus coetáneos vive la poesía como un fuego, no como fiesta de
egos o disfraces de la época o formas de asumir identidades o flatulencias del
espíritu, déjate de huevadas: la poesía existe.
El mundo matemático y la
razón científica te la venden en reclames y películas y canciones. Y, aunque
parezca loco, la gente se mata por eso. Vive, se envenena, se enamora. Y esas
ideas en la voz de princesas sin espíritu o juguetes que hablan son la ganancia
de muchos millonarios, que venden industria pero no espíritu.
No morimos por razones, sino
por todo eso. Estamos de acuerdo con Charly García, sabemos y sentimos que esto
es un piano, esto es un teclado, esto es letra.
Yo creo más en esa poesía
que se siente para entender, que se abre como un caramelo de inteligencia y
sensaciones. No una vida, solo un poco de concentración.
Él es filósofo y todo poeta
tiene su cuota de pensar sobre el pensar, etcétera. Y en esto se parece, por
ejemplo, a Epicuro. El discurso poético no es lo que se ansia con el quiero o
con el deseo de vivir, la poesía no es deseo, Ramírez lo dijo, la poesía es.
Por eso desechamos, y no por
otra cosa, el deseo del quiero, el anhelo virus de una época demasiado cómoda y
demasiado posmoderna, nos aburre el discurso relamido y nos desconcierta la
premura de la inmortalidad, creemos en la montaña pero le seguimos la ruta paso
a paso.
Somos más amigos de Machado
cuando habla de los pasos y sentimiento una desmesura por certezas
cuantificadas y benditas. Ramírez defendió la salud en sus poemas, la salud del
ser humano que es el cuerpo, que se debe curar de todo mal mental. Leamos a Ramirez, y leamos a Jaime Urco, y leamos a
Jorge Pimentel, y a nuestro viejo hermano padre montaña Leoncio Bueno, quién
dijo que se mira al otro como a uno, no para buscar examinarlo.
Ramírez Ruiz no buscaba la
imagen loca o rara, Ramírez Ruiz defendía al ser humano, “quiero que te fumes
tu cigarro que tengas muchos amigos y que tarde mucho en cante la muerte”
Nosotros queremos eso con
todos, queremos en un país que se funda en un sentido mental y que los poetas
han sido los verdaderos héroes de los que carecemos. Creemos en el sentir y en
el pensar, no creemos en los cuentos de la modernidad. Creemos en el cuerpo que
obedece todos sus sentidos y es victima de sus urgencias. Y creemos que todas sus urgencias son benditas.
Creemos en el futuro y escribimos sabiendo que nos toca siempre lanzarnos a los
caminos.
Poeta peruano, yo me dirijo
a ti, me dirijo a tus ojos locos que examinan entre versos verdades y noticias,
y descargas en PDF toda clase de poetas, me dirijo a ti que sufres la
consecuencia de una conciencia perturbada y como todos tienes una revuelta de
personalidades locas y miedos de seguir tus sueños. Salgámonos de la
literatura, dejemos de asistir a festivales, la vida es el poema, que tu
escribes, alguien riega el jardín y es feliz, otros son los últimos en ver a
una persona y así sea. Dentro de 40 años estos salvajes dinosaurios se
extinguiran, caerá la voz de muchos locos que siguen creyendo, que no se rinden,
que asumen el es.
Poeta peruano, recuerda que
nos toca ahora y siempre. Todos lo están sintiendo, somos colisionadores de
hadrones. Creemos en el infinito. Explota y resiste. No estamos aquí para irnos
a Norteamérica y analizar el neobarroco, estamos aquí jodidos y contradictorios
escribiendo desde y contra el sentido común.
Todo delirio es expansivo.
Que se ponga de moda la igualdad. No es cosa de los órganos, no es una mala digestión ni cantata adolescente, pero todos estamos muriendo, seamos buenos mientras tanto.
Que se ponga de moda la igualdad. No es cosa de los órganos, no es una mala digestión ni cantata adolescente, pero todos estamos muriendo, seamos buenos mientras tanto.
Disculpen la inocencia pero
nos creemos como lúcidos y críticos de
conciencias las vibraciones dentro de los versos.
Deja quieta tu cabeza y
metete a la divina comedia.
De algún modo me siento muy
bien, muy bien: !vivos!
Yo quiero que todos se sientan
así, se fumen su cigarrillo y tarde mucho en caerles la enfermedad.
Creemos en un arte que se
enfrenta a la realidad pero no desde una lógica determinada de ella. Queremos
hacer que la poesía se ponga de moda, no por que le cante a los temas de moda,
sino por su función de auto-atormentarse.
AUTO ATORMENTAMIENTO MASIVO.
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