A dónde va la poesía

No sé. Cierro mi facebook. El facebook es todo un mundo, pequeño pero vivo. Flota, floto en él. Pienso en poesía a diario. Hoy revoloteaba entre varios autores del pasado. ¿Qué me dice Neruda en sus sonetos de amor? Traduce, de fondo, un arraigo a una forma de pureza, una forma de sentir la vida que ya -ajeno a los bamboleos de amor- no me despierta demasiado.

H.H, es un poeta que lee como cancha y estudia y explica y dibuja sus ideas. Eso es básico. Si quiero leer a un poeta peruano que siga ese trecho caigo en la cuenta de que no hay nadie. Aquí es otra la ruta. Pero dónde es la ruta, en qué situación o en qué lado va la ruta sino es en uno mismo. Demasiados libros se han escrito antes de que nazca y ahora no sé por cuáles seguir. Eso es lo bacán de estar dentro del bosque.

Empiezo a descubrir las diferencias naturales que existen sobre cada forma de ver las cosas. Eso distancia, separa. Tenemos que llegar a un lugar: el otro es el lugar donde somos un rato, dónde poder decirnos. El poema que busco no está todavía escrito porque todavía no se carga con esta conjunción de cosas que suceden en nuestros tiempos. 2017. Digamos.

Hay una poesía que carece de tiempo, que es como una respiración, un modo de sentir las cosas, digamos, o ¿solo es un formato de locura, un negligente punto de vista, una forma de evadir la realidad? Si la realidad no está fragmentada podemos ver que nos sumergimos en lo plano. Pregunto y re pregunto a los demás cómo andan. Cada quién es ¿su mentira y su poema?

Hay demasiadas ideas. Tengo gripe. Estoy mejor. Un poco. Hace calor en Lima. Seguiré con estos apuntes.